Morelia, Michoacán, 27 de diciembre de 2024.- El Gobierno de Michoacán anunció un descuento del 10 por ciento en el refrendo vehicular 2025 para los contribuyentes que cumplieron con esta obligación fiscal en 2024. Este beneficio, según explicó Luis Navarro García, secretario de Finanzas y Administración, estará disponible únicamente durante enero, reduciendo el costo de mil 142 pesos a mil 28 pesos. Sin embargo, detrás de esta aparente medida de apoyo se esconden problemáticas que afectan la confianza y tranquilidad de los ciudadanos.
Aunque se presume como una política que incentiva la puntualidad en el pago de contribuciones y fomenta el uso de herramientas digitales, los fallos en la plataforma oficial y la generación de adeudos inexistentes plantean serias dudas sobre su implementación. Navarro García admitió públicamente la existencia de estos errores, pero la responsabilidad recae en los contribuyentes, quienes deben invertir tiempo y esfuerzo para reportar y resolver estas inconsistencias.
Digitalización a medias
El llamado del gobierno para realizar el pago en línea resalta como un intento por modernizar los servicios, sin embargo, la eficacia de la plataforma sigue siendo cuestionable. En un estado donde el acceso a internet es limitado para ciertos sectores de la población, centralizar trámites en medios digitales sin garantizar su funcionalidad parece ser más una barrera que un avance.
Además, las largas filas en oficinas físicas persisten debido a la desconfianza en los procesos electrónicos. Aquellos ciudadanos que logran acceder a la plataforma deben enfrentarse al riesgo de errores técnicos que, lejos de premiar la puntualidad, generan frustración y pérdidas de tiempo.
El costo oculto del descuento
El beneficio de un descuento del 10 por ciento podría ser atractivo en el papel, pero su exclusividad para un mes específico y los problemas operativos diluyen su impacto real. Esta medida, aprobada por la 76 Legislatura de Michoacán, no considera el estrés y la indignación que causan los cobros indebidos y las fallas técnicas.
Más allá del ahorro monetario, el verdadero reclamo social apunta hacia la falta de eficiencia y empatía por parte de las autoridades al implementar medidas que deberían simplificar la vida de los ciudadanos, no complicarla.
En un entorno donde la confianza en las instituciones públicas ya es limitada, decisiones como esta reflejan un enfoque más preocupado por cumplir con cifras y objetivos que por garantizar un servicio verdaderamente accesible y confiable para todos.
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