De la RED
Julio29/ Por: Juan Benito Coquet.
En toda esta polémica absurda entre el gobierno de López Obrador y el INE se deja de lado algo de importancia fundamental: que son los ciudadanos, millones de ellos, los que manejan la elección instalando las casillas, ocupandose de verificar que los votantes estén en la lista nominal de electores, preservando la secrecía del voto, y contando los sufragios para hacerlos públicos en las actas de cada casilla y enviando la información requerida al órgano electoral para que pueda realizar el cómputo oficial de la elección, pero los resultados preliminares se conocen antes.
Entonces la jornada electoral es cuestión de los partidos, ciudadanos y candidatos, no del gobierno o exclusivamente del INE, que es la institución responsable de la organización y desarrollo de los comicios. Cuando hay impugnaciones y suele haberlos por diferentes motivos, una vez resueltas por el Tribunal Electoral de la Federación, éste declara la validez legal de los comicios.
Entonces para nada resulta relevante que el Presidente de la República pretenda constituirse en guardián de las elecciones cuando su obligaciòn legal es precisamente hacerse un lado y velar por la seguridad y certeza en el país para la realización exitosa del proceso electoral. Así como tampoco es coto de Lorenzo Córdova y los Cosejeros del INE, que tienen facultades legales señaladas y la responsabilidad de no comprometer la imparcialidad de las autoridades electorales. Entonces lo mejor es que cada chango se arrime a su mecate y se respete la voluntad popular expresada en las urnas por los ciudadanos que voten.
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